Monumentos históricos de Tarragona

Tarragona, una ciudad con una historia que se remonta a la época romana, es un verdadero museo al aire libre. Sus monumentos históricos reflejan la riqueza cultural y arquitectónica de la ciudad, que ha sido testigo de la influencia de diversas civilizaciones a lo largo de los siglos. Desde ruinas romanas hasta construcciones medievales, Tarragona ofrece un recorrido fascinante por la historia. A continuación, exploraremos los monumentos históricos más destacados de Tarragona.

 

 

Anfiteatro romano de Tarragona

El Anfiteatro romano de Tarragona es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Construido en el siglo II d.C., este anfiteatro albergaba combates de gladiadores y otros espectáculos para entretener a los habitantes de la antigua Tarraco, como se conocía a la ciudad en tiempos romanos. Con una capacidad para unos 15,000 espectadores, el anfiteatro es una de las estructuras mejor conservadas de la antigua Tarraco.

Ubicado frente al mar, este monumento no solo ofrece un viaje al pasado, sino también unas vistas espectaculares del Mediterráneo. El Conjunto Arqueológico de Tarraco, del cual el anfiteatro forma parte, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, y es una visita imprescindible para cualquier amante de la historia.

 

Murallas romanas

Las Murallas romanas de Tarragona son uno de los restos más antiguos de la ciudad, construidas en el siglo III a.C. Estas murallas fueron la primera gran obra de fortificación de Tarraco y se extendían originalmente a lo largo de 4 kilómetros, protegiendo la ciudad de posibles ataques. Aunque hoy en día solo se conserva una parte, las murallas son un testimonio impresionante del poder y la influencia de la ciudad en tiempos romanos.

El recorrido por las murallas ofrece una visión única de la antigua Tarraco, y es posible caminar sobre algunas secciones y disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad. La Torre del Pretorio y la Porta de Sant Antoni son algunas de las estructuras más destacadas que se pueden ver a lo largo de las murallas.

 

Catedral de Tarragona

La Catedral de Tarragona, dedicada a Santa Tecla, es una impresionante construcción que combina estilos románico y gótico. Situada en la parte alta de la ciudad, donde antiguamente se erigía un templo romano, la catedral comenzó a construirse en el siglo XII y es uno de los monumentos más importantes de Tarragona.

El interior de la catedral alberga numerosas obras de arte, como el Retablo de Santa Tecla, una de las joyas del gótico catalán, y el Claustro, uno de los más bellos de Cataluña. Además, el Museo Diocesano ofrece una interesante colección de arte sacro, y la catedral es un punto clave en las celebraciones de la Fiesta de Santa Tecla, la patrona de la ciudad.

 

Circo romano

El Circo romano de Tarragona es otro de los grandes monumentos de la antigua Tarraco. Construido en el siglo I d.C., este circo albergaba carreras de carros y otros espectáculos populares en la época romana. Aunque gran parte del circo ha quedado cubierto por la expansión urbana de la ciudad, aún se pueden ver y visitar importantes restos, como los pasadizos subterráneos y parte de las gradas.

El circo romano es un lugar fascinante para explorar, y su visita se puede complementar con una parada en la Plaça de la Font, una de las plazas más animadas de Tarragona, situada justo encima del antiguo circo.

 

Torre del Pretorio y Foro Provincial

La Torre del Pretorio es una antigua torre romana que formaba parte del Foro Provincial de Tarraco. Este edificio, que en la época medieval fue utilizado como castillo y palacio real, ofrece hoy en día una vista impresionante de la ciudad y el mar. Desde la torre, se accede a los pasadizos subterráneos del Foro, que conectaban con el circo romano y otros edificios de la ciudad romana.

El Foro Provincial era el centro político y administrativo de la provincia de Tarraco durante el Imperio Romano, y la Plaza del Rey, donde se encuentra la Torre del Pretorio, sigue siendo uno de los lugares más visitados de Tarragona.

 

Acueducto de les Ferreres (Puente del Diablo)

El Acueducto de les Ferreres, también conocido como el Puente del Diablo, es una de las obras de ingeniería romana más impresionantes de Tarragona. Construido en el siglo I d.C., este acueducto de 217 metros de longitud y 27 metros de altura transportaba agua desde el río Francolí hasta Tarraco.

El acueducto se encuentra en un entorno natural privilegiado, a las afueras de la ciudad, y es un lugar ideal para disfrutar de un paseo al aire libre mientras se admira esta maravilla de la ingeniería romana. El Puente del Diablo es un recordatorio del avanzado conocimiento técnico de los romanos y de su capacidad para integrar sus construcciones en el paisaje natural.

 

Plaza del Fórum

La Plaza del Fórum es uno de los rincones más encantadores del casco antiguo de Tarragona y se asienta sobre lo que fue el Foro de la Colonia de Tarraco. Este espacio, que en la antigüedad era el centro social y político de la ciudad romana, hoy en día es una plaza llena de vida, rodeada de bares y restaurantes.

En la Plaza del Fórum aún se pueden ver restos de las antiguas columnas romanas, que recuerdan la importancia histórica de este lugar. Es un punto de encuentro popular tanto para los locales como para los visitantes que quieren disfrutar del ambiente histórico de Tarragona mientras saborean la gastronomía local.

 

Basílica Paleocristiana del Parc Central

La Basílica Paleocristiana del Parc Central es uno de los restos más antiguos del cristianismo en Tarragona. Esta basílica, construida entre los siglos IV y V, es uno de los pocos ejemplos de arquitectura paleocristiana en Cataluña. Aunque gran parte de la basílica está en ruinas, su importancia histórica es innegable.

El sitio se encuentra en el Parque Central de Tarragona, y las excavaciones han revelado mosaicos y otros elementos arquitectónicos que ofrecen una visión de cómo era la vida religiosa en los primeros tiempos del cristianismo en la ciudad.

 

Monasterio de Santes Creus

A unos kilómetros de Tarragona, el Monasterio de Santes Creus es una joya del Císter y uno de los monasterios más importantes de Cataluña. Fundado en el siglo XII, el monasterio fue un importante centro religioso y cultural durante la Edad Media, y en él descansan los restos de varios reyes de la Corona de Aragón.

El monasterio es un ejemplo magnífico de la arquitectura gótica y cisterciense, con su impresionante claustro y su iglesia de gran belleza. Aunque no está en la ciudad, es una visita imprescindible para quienes deseen conocer más sobre la influencia religiosa en la historia de Tarragona y su entorno.

 

Casa Castellarnau

La Casa Castellarnau es un palacio del siglo XV situado en el casco antiguo de Tarragona. Este edificio, que fue residencia de importantes familias nobles de la ciudad, es hoy en día un museo que ofrece una visión de cómo era la vida en Tarragona durante la Edad Moderna. El palacio cuenta con una impresionante colección de muebles, pinturas y objetos decorativos, que transportan al visitante a otra época.

El patio interior de la Casa Castellarnau, con su elegante escalera de piedra y su decoración renacentista, es uno de los espacios más bellos del edificio. Este palacio es un ejemplo del esplendor de la Tarragona medieval y moderna y es un lugar imprescindible para los amantes de la historia y la arquitectura.

 

Los monumentos históricos de Tarragona son un testimonio vivo de su pasado glorioso, desde los tiempos de la antigua Tarraco hasta la Edad Media y más allá. Cada rincón de la ciudad guarda un pedazo de historia que espera ser descubierto, y explorar estos monumentos es una manera de sumergirse en la rica herencia cultural de Tarragona. Ya sea caminando por las antiguas murallas romanas o admirando la belleza de la catedral, Tarragona ofrece un viaje en el tiempo que fascina a todos aquellos que la visitan.

 

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El proyecto “Nueva línea de producción de palets” ha sido subvencionado por parte de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana con una subvención de 74.569,41 € en la convocatoria de 2023, con nº de expediente INPYME/2023/529.